Sunday, October 19, 2008

Inclusividad y exclusividad

No sabemos cuándo excluir.

Lo hacemos cuando no hay necesidad de hacerlo. Empujamos, separamos y diferenciamos cuando no hay por qué empujar, separar o diferenciar. Ya somos lo suficientemente diversos como para empeñarnos en hacerlo evidente. Neceamos el "yo soy esto y no soy aquello". Dejamos claro lo diferente que somos en los momentos en los que no hace falta dejarlo claro. Si nos damos cuenta, esos momentos son casi todo el tiempo. No siempre, pero por lo general excluimos por aburrimiento y por necesidad. De hecho, cuando nuestras vidas mejorarían infinitamente por excluir todo aquello que realmente nos hace daño, no lo hacemos.

No sabemos cuándo incluir.

Lo hacemos cuando no hay necesidad de hacerlo. Jalamos, unimos y homogeneizamos cuando no hay porque jalar, unir u homogeneizar. Ya somos lo suficientemente iguales como para empeñarnos en hacerlo evidente. Neceamos en el "tú eres esto que soy yo, y no eres aquello que no soy yo". Dejamos claro lo iguales que somos en los momentos en los que no hace falta dejarlo claro. Si nos damos cuenta, esos momentos son casi todo el tiempo. No siempre, pero por lo general incluimos por aburrimiento y por necesidad. De hecho, cuando nuestras vidas mejorarían infinitamente por incluir todo aquello que realmente nos beneficia, no lo hacemos.

Lo anterior causa dolor innecesario.

La forma de aprender a excluir e incluir sin sufrimiento es sencilla: sólo hay que reconocer que todo ya está naturalmente incluido. Siempre lo ha estado y siempre lo estará. Sólo hay que reconocer que todo ya esta naturalmente excluido. Siempre lo ha estado y siempre lo estará.

Incluye naturalmente y de forma espontánea lo que excluyes innecesariamente y la paz llegará. Excluye naturalmente y de forma espontánea lo que incluyes innecesariamente y la paz también llegará.

1 comment:

Jorge Pedro said...

qué bueno que retomaste el blog. lo visitaré con frecuencia. saludos.